Lo primero que hay que hacer para abordar de manera efectiva una pérdida auditiva es buscar el diagnóstico de un
profesional lo antes posible. Cuando antes dé este paso, antes podrá tomar el control de su pérdida auditiva. Los actuales audífonos de alta tecnología le permitirán volver a participar de nuevo en todos los aspectos de la vida.
El primer paso para identificar el audífono más adecuado consiste en realizar una audiometría y un examen completo del
oído. Las audiometrías que se hacen hoy en día no le llevarán más de una hora de su tiempo. Puede hacérsela cómodamente en un centro auditivo. Una vez hecha la audiometría, su audioprotesista estará en condiciones de asesorarle de forma clara y práctica sobre la solución más adecuada.
Un audífono es una diminuta combinación de un micrófono, un amplificador y un auricular. En función de la calidad del audífono que elija, le ofrecerá además una serie de funciones de mejora auditiva que pueden ser extremadamente sofisticadas.
Si bien hay muchos tipos y niveles de tecnologías de procesamiento del sonido, todos los audífonos comparten cinco
componentes básicos:
- Micrófonos que captan el sonido.
- Un amplificador que aumenta su potencia.
- Un diminuto chip que procesa y mejora la calidad del sonido para adaptarlo a las necesidades auditivas del usuario.
- Un auricular que envía el sonido amplificado al oído.
- Una pila, que hace que funcionen los elementos anteriores.
Los distintos audífonos tienen diseños físicos muy variados; pero lo que marca realmente la diferencia es la tecnología que incorporan. Cuanto más avanzada es esa tecnología, más rica y gratificante resulta la experiencia auditiva.
- Audífonos básicos: Los audífonos de gama Essential están diseñados para ayudarle a entender mejor las voces.
- Audífonos avanzados: Los audífonos avanzados (Advanced) elaboran más el sonido y lo adaptan a sus necesidades. Estos audífonos son capaces de adaptarse automáticamente a los cambios en el entorno y hacen la
comunicación más fácil, sobre todo en presencia de ruido.
- Los más sofisticados: Los audífonos de alta gama (Premium) ofrecen la calidad sonora más rica y natural.
Los audífonos a medida se personalizan de manera individual para adaptarse al contorno de cada oído. Para saber si son o no adecuados en su caso es preciso evaluar su pérdida auditiva y el tamaño de su conducto auditivo. Estos audífonos se presentan en varios tamaños y colores, a juego con distintos tonos de piel.
Hay cuatro tipos de audífonos a medida:
- Intracanales + (ITC+): En los audífonos ITC+, todos los componentes se encuentran en una carcasa que se ajusta cómodamente en la parte visible del oído. No tienen cables que manipular. Los ITC+ se colocan más
fácilmente que los audífonos intracanales más pequeños. Su pila de mayor tamaño los hace adecuados incluso para pérdidas auditivas moderadamente severas. También son más grandes que los modelos ITC, CIC e IIC, lo cual facilita el mantenimiento y el cambio de pila.
- Audífonos intracanales (ITC) y de adaptación profunda (CIC): Se ajustan en el conducto auditivo, con lo que resultan menos visibles que los ITC+. En cuanto a sus prestaciones, están indicados para pérdidas de leves a
moderadas.
- Invisibles en el canal (IIC): Para una discreción insuperable, este tipo de audífono se coloca profundamente en el conducto auditivo y resulta prácticamente invisible. El audífono IIC posee una tecnología similar a otros audífonos a medida, pero los componentes funcionales se encuentran en una carcasa muy pequeña que los hace más discretos. Sin embargo, los IIC sólo son aplicables al 15-20% de las personas, aproximadamente, ya sea por el tamaño del conducto auditivo o por otras limitaciones físicas.